viernes, 20 de julio de 2012

VÍCTOR ARDISSON. EL VAMPIRO NECRÓFILO.

La RAE (Real Academia de la lengua Española) define el terminó necrofilia como una perversión sexual de quien trata de obtener el placer erótico con cadáveres. Aunque pueda parecernos inverosímil, este tipo de casos siguen saliendo a la luz y los medios de comunicación no tardan demasiado tiempo en hacerse eco de ello y difundir la noticia como si de una atracción de feria se tratase.

Las personas con instintos necrófilos suelen ser individuos con las facultades mentales mermadas que necesitan urgentemente atenciones psiquiátricas. En algunos casos, algunos asesinos en serie han llegado a practicar incluso este tipo de actos con sus víctimas como es el caso de Edward Theodore Gein (27 de agosto de 1906 - 26 de julio de 1984) conocido también como Ed Gein, ladrón de tumbas y asesino, Jeffrey Lionel Dahmer (21 de mayo de 1960 - 28 de noviembre de 1994), apodado "El Carnicero de Milwaukee”, por ser el autor de la muerte de diecisiete personas entre las que se encontraban hombre y jóvenes, John Reginald Christie (8 de Abril de 1898 - 15 de Julio de 1953) asesino en serie autor de la muerte de siete mujeres entre los años 1943 y 1953, que tras estrangular a sus víctimas mantenía relaciones sexuales con ellas.

¿Qué les impulsa a mantener relaciones sexuales con cadáveres? ¿Es posible que un hecho traumático a lo largo de su infancia les incitara a ello? En algunas ocasiones es el detonante que impulsa a actuar a muchos asesinos en serie es la disfunción eréctil, el complejo de verse incapaces de mantener relaciones sexuales activas con su pareja y la constante burla de su entorno les acompleja, les humilla hasta tal punto que se acaban perdiendo a sí mismo en su propia locura y comienzan a matar a otros seres humanos con el único fin de sentirse más poderosos.

Para un necrófilo es fácil acceder a un cadáver si trabaja como sepulturero o es dueño de una empresa de pompas fúnebres, nadie puede llegar a sospechar de él de inmediato. El caso que vamos a tratar a continuación ocurrió a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Está es la historia de un hombre llamado Víctor Antoine Ardisson, cuyo apodo pasó a los anales de la historia como: “El vampiro du Muy”.

VÍCTOR ARDISSON. EL VAMPIRO NECRÓFILO.

El criminal Víctor Antoine Ardisson el día en que fue arrestado.

El 5 de Septiembre de 1872 nace en una localidad y comuna francesa llamada Le Muy un niño al que su padres pondrían el nombre de Víctor Antoine Ardisson. La infancia de Víctor quedó empañada tras el repentino abandono de su madre, quien huyo de la casa familiar dejándole al cuidado de su padrastro.

El pequeño niño pronto tuvo que sobreponerse a la pérdida, y encontró el consuelo necesario en las fiestas que su familia organizaba en su propio hogar. Ya desde pequeño comenzó a mostrar cierto interés en las diferentes mujeres que acudían a su hogar, lo que más tarde le incitaría a pasear por lugares públicos en busca de damas y niñas cuyos cuerpos estuvieran parcialmente a la vista de todos. Le excitaba de sobremanera las piernas de las mujeres bonitas, y comenzó en su mente la búsqueda de su mujer ideal.

Víctor Ardisson quedó prendado de una joven muchacha que falleció de forma repentina. Al ser familiar directo del sepulturero pudo acudir sin levantar sospecha alguna al entierro de su amada. Estaba tan obsesionado con el cuerpo de ella, que regresó a la noche siguiente para verla por última vez y acariciar aquellas piernas que tanto le habían excitado. Sin embargo, sus visitas al cementerio se alargaron durante seis meses más.

Dada su posición en el mundo de la funeraria, Víctor Ardisson mantuvo durante muchos años relaciones sexuales con un centenar de cadáveres, sin embargo, fue su propia locura lo que le llevó a ser descubierto.

Los cuerpos de las mujeres que le gustaban eran decapitados y en algunos casos mutilados. Su obsesión cada vez se volvía más enfermiza, y comenzó a llevarse la cabeza de sus víctimas a su propio hogar. Una de ellas fue la de una joven de trece años de edad que mantuvo en su mesilla de noche alrededor de una semana. Solía darle besos en la boca, pues se consideraba su novio.

En Septiembre de 1901, el terror golpea con fuerza la casa de los Ardisson cuando el padre descubre que su hijastro no sólo se dedica a desenterrar los cuerpos sin vida de sus clientes sino que además se los lleva a casa para mantener relaciones sexuales con ellos. El hedor era tan insoportable que tuvo que acudir de inmediato a la policía. Cuando los agentes llegaron supieron que el cuerpo que había sido encontrado en el ático de la casa pertenecía a una niña de tres años y medio de edad conocida por el nombre de Leonie Louise Martin.

Víctor Ardisson fue inmediatamente detenido y se decidió su ingreso inmediato en la institución mental de Pierrefeu. El caso es asignado al Dr. Alexis Épaulard (1878-1949), quien acuña el termino vampiros en la necrofilia. El informe inicial formado por el doctor describe a Víctor Ardisson como un "degenerado impulsivo, necrosádico y necrófilo".Otro psiquiatra alemán conocido por el nombre de Richard von Krafft-Ebing (14 de agosto de 1840 – 22 de diciembre de 1902) se hace eco del caso y comienza a interesarse por él.

Víctor Ardisson se declaró culpable de todos los cargos que le impusieron, declarando que en todos los cuerpos que había profanado encontró el placer que tanto deseaba sin importar la edad del cadáver.

BIBLIOGRAFÍA:

Este artículo ha sido escrito por Akasha Valentine http://www.akashavalentine.com © 2012.

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